Queridas Lectoras,
Hoy celebramos el 131 aniversario del nacimiento de una de las figuras más fascinantes y enigmáticas de la historia del arte mexicano: Carmen Mondragón, mejor conocida como Nahui Ollin. Prepárense para un viaje a través del tiempo, en el que exploraremos la vida y obra de esta extraordinaria mujer, desde su infancia privilegiada hasta su retiro en solitario en su casa en la San Miguel Chapultepec de la Ciudad de México.
Carmen Mondragón nació en Ciudad de México el 8 de julio de 1893, siendo la quinta de los ocho hijos del general Manuel Mondragón y Mercedes Valseca. Su infancia fue marcada por la opulencia y la cultura, ya que su familia pertenecía a la alta burguesía mexicana. Desde temprana edad, Carmen mostró un gran interés por las artes, influenciada por su madre, quien le enseñó a tocar el piano y a escribir.
En 1897, la familia se mudó a París debido a los compromisos profesionales de su padre. Durante ocho años, Carmen estudió en un internado donde se formó en danza clásica, pintura, literatura y teatro, rodeada del ambiente artístico parisino. Aquí, también conoció a su primer esposo, el militar y pintor Manuel Rodríguez Lozano, con quien se casó en 1913.
La pareja vivió en España y Francia, donde Carmen se rodeó de figuras emblemáticas del arte como Jean Cassou, Henri Matisse y Pablo Picasso. Su belleza y carisma la convirtieron en una musa y un ícono de la modernidad. Fue en París donde Carmen inició su carrera en la pintura y la poesía, desafiando los convencionalismos de la época con su estilo provocador y erótico.
En 1921, tras una tormentosa separación de Rodríguez Lozano, Carmen regresó a México y se unió a los círculos culturales más vanguardistas del país. Su talento y personalidad la convirtieron en la musa de artistas como Diego Rivera y el fotógrafo Edward Weston, para quien posó en algunos de los desnudos más atrevidos de la época.
Carmen adoptó el nombre de Nahui Ollin, un símbolo de renovación azteca, otorgado por su amante, el pintor Gerardo Murillo, conocido como Dr. Atl. Durante su relación, Nahui Ollin publicó sus primeros libros de poesía: Óptica cerebral. Poemas dinámicos (1922) y Calinement je suis dedans (1923). Su estilo pictórico, caracterizado por una ingenuidad provocativa y una expresividad desbordante, la consolidó como una figura clave de la creatividad femenina mexicana. Vivieron en el emblemático ex conveto de la Merced donde vivieron juntos de 1922 a 1925.
Tras su separación de Dr. Atl y una breve relación con el caricaturista Matías Santoyo, Carmen se retiró de la vida pública. En Hollywood, rechazó una oferta del director Rex Ingram para actuar en una película, defendiendo su postura de que el desnudo debía ser una expresión artística y no un mero objeto de deseo.
En la década de 1940, conoció al capitán Eugenio Agacino, con quien viajó y participó en exposiciones y conciertos. Tras la muerte de Agacino, Nahui Ollin se retiró a su casa en la Ciudad de México, donde vivió en relativa pobreza, dedicándose a la escritura y cuidando de sus numerosos gatos.
Nahui Ollin expuso su obra por última vez en 1945. A partir de entonces, su vida fue marcada por la soledad y la depresión. Se sostenía siendo maestra de pintura en una escuela primaria y con una beca proporcionada por Bellas Artes.
Falleció el 23 de enero de 1978 en su casa de la infancia en la colonia San Miguel Chapultepec. Sus restos descansan en el Panteón Español de la Ciudad de México, dejando tras de sí un legado de libertad creativa y desafío a los convencionalismos.
Queridas lectoras, al recordar a Carmen Mondragón, recordemos también la importancia de vivir y crear sin ataduras, dejando que nuestra verdadera esencia brille con fuerza. Si desean profundizar en la vida y obra de Nahui Ollin, les invitamos a inscribirse en nuestros cursos especializados en mujeres en el arte, donde exploraremos a fondo estas y otras fascinantes figuras de la historia.
¡Hasta la próxima, y que su espíritu artístico nunca deje de brillar!
Silvana Gesualdo
Ciudad de México a 8 de julio de 2024