Chère lectrice,
¡Très bon anniversaire Marie Louise Élisabeth Vigée Lebrun, la luminaria del arte del siglo XVIII!
Con 900 pinturas en su haber, incluyendo 700 retratos que capturan la esencia de su época, Vigée Lebrun nos transporta a través de los salones aristocráticos y las cortes reales con su magistral pincelada.
Desde sus humildes comienzos en París hasta su reconocimiento internacional, su vida fue un lienzo en blanco que ella misma llenó de color y pasión. ¿Quién diría que una joven que perdió a su padre a los 12 años se convertiría en la pintora más solicitada de su tiempo?
A la edad de 15 años se establece como pintora profesional, ella se hace cargo de sostener económicamente a su familia. A la edad de 23 años fue invitada a Versalles a pintar a la Reina María Antonieta. El 25 de octubre de 1774 fue la segunda pintora en ingresar a la Academia Francesa. Durante la Revolución Francesa, Vigée Lebrun fue identificada como monárquica, lo que la llevó a huir de Francia en 1789 con su hija Brunette, entonces de 9 años. Este exilio duró doce años, durante los cuales viajó por varios países europeos en busca de seguridad y oportunidades para su arte. Sus destinos principales durante este período fueron Italia, Austria y Rusia.Finalmente, regresó a Francia durante el reinado de Napoleón I. Después de su regreso, también viajó a Inglaterra y Suiza, donde continuó trabajando en su arte y recibió reconocimientos adicionales, como ser nombrada miembro honoraria de la Societé pour l'Avancement des Beaux-Arts de Ginebra.Élisabeth Vigée Lebrun dejo un testimonio invaluable es sus memorias: Souvenirs, donde recoge a manera de anecdotario todas sus vivencias como artista.
Que yo sepa solo existe una obra de ella en México y forma parte de la colección del Museo Nacional de San Carlos.
Au revoir,
Silvana Gesualdo